Economía

7 consejos para pedir una hipoteca

Adquirir una hipoteca para comprar una vivienda puede ser una de las operaciones más importantes de tu vida financiera; y no es algo que debemos tomarlo a la ligera. Si eres de los que está pensando en pedir una hipoteca, sigue estos consejos que te ayudarán en el proceso.

1. Asegúrate de cumplir los requisitos
A la hora de concederte un crédito, los bancos tienen en cuenta ciertos requisitos imprescindibles sobre el demandante. Antes de pedir la hipoteca, debes cerciorarte de que cumples el perfil y que el banco no rechazará tu propuesta. Algunos factores como la edad pueden limitarte, ya que los bancos suelen conceder el crédito a personas de entre 18 y 75 años. Además, otra circunstancia que tendrán en cuenta las entidades serán los ingresos que tengas o el tipo de contrato laboral que poseas. Puede que tengas mayores posibilidades de obtener la hipoteca si eres indefinido que si eres un trabajador temporal. Además, debes comprobar si posees con buen record o referencias crediticias en la APC (Asociación Panameña de Crédito), muchas entidades pueden rechazarte directamente si posees poco o mal record crediticio por considerar que tienes un perfil de riesgo.

2. Prepara la documentación necesaria
El banco analizará toda la información que le proporciones, por ello es conveniente preparar de forma adecuada toda la documentación que exige y facilitarle conceptos como el nivel de ingresos que posees junto con las pagas extra o los bonos anuales. Además, es importante justificar los periodos en los que no se ha estado trabajando o se ha cambiado de empresa. A partir de toda la información que justifiques, el banco decidirá si eres o no un perfil de riesgo y las condiciones que tendrá tu crédito. Normalmente, el banco te solicitará, entre otra documentación, cédula o pasaporte, cartas de trabajo, últimos comprobantes de pago, última ficha de seguro social o declaración de la renta, pagos anuales y periódicos del impuesto sobre la renta (sólo si eres independiente) y recibos de pagos de otros préstamos que tengas.

3. Calcula la cantidad exacta que necesitas
Antes de pedir la hipoteca debes saber qué cantidad exacta necesitas para hacer frente al pago de la vivienda. Para ello debes tener en cuenta que la compra de una casa lleva otros costes como por ejemplo los de valoración, los notariales o los de la inscripción en el Registro de la Propiedad. Este tipo de recargos extra aumentarán el dinero final que desembolses.
Además, debes ser consciente de que la gran mayoría de expertos aseguran que no se debe pedir al banco más de un 90% del valor total del inmueble. Para ello, debes tener ahorrado y disponible un 20% del precio de la casa. De esta forma, tendrás una mejor situación financiera. Por su parte, el banco tampoco suele prestar el 100% del coste de la vivienda y el préstamo no suele rebasar tampoco el 90% del valor del inmueble, aunque este máximo puede variar de unas entidades a otras. Por otro lado, la cuota mensual de la hipoteca no debe superar el 30 o 40% de tus ingresos mensuales, ya que encontrarás pocas entidades que asuman tu perfil de riesgo ante la posibilidad de un impago.

4. Presta atención a las letras pequeñas
Cuando elijas la hipoteca debes fijarte en algo más que en la publicidad que realice el banco y examinar a conciencia el condicionado de la hipoteca. Una vez que la firmes, no habrá marcha atrás. Para ello, puedes contar con la ayuda de un abogado o experto inmobiliario que te guíe y avise sobre ciertas condiciones abusivas cuya aplicación es ilegal, como algunas cláusulas suelo que no se informan de forma clara al usuario, ya que fijan un interés mínimo.
Además, también se debe revisar algunos conceptos como los gastos extras de productos adicionales como el seguro del Hogar. Para pedir una hipoteca la ley exige que la casa cuente con un seguro de Hogar que cubra siniestros como el incendio. Por otro lado, a la hora de calcular el total de lo que pagarás por tu préstamo, tienes que tener en cuenta las comisiones, el dinero que te cobrará el banco por el estudio, apertura amortización o cancelación anticipada de la hipoteca.

5. Negocia las condiciones de tu hipoteca
Aunque el banco es el que decide las condiciones del préstamo, puedes intentar negociar términos de la hipoteca que no te parezcan adecuados. Por ejemplo, puedes exigir el cese del pago, que consiste en la entrega del inmueble hipotecado al banco para poner fin a la deuda. De esta forma, en caso de no poder asumir la cuota mensual en un futuro, el banco sólo se quedaría con la casa y no tendrías que seguir pagando la deuda pendiente.

6. Escoge una hipoteca que se adapte a tu situación
No existe una hipoteca única, sino que hay varios tipos. Las más generalizadas son la hipoteca a tipo de interés fijo, variable y mixto. La primera de ellas aporta seguridad porque mantiene sus tipos de interés invariables, es decir, durante toda la duración del préstamo la cuota a pagar será la misma porque es independiente de las fluctuaciones de indicadores del mercado. No obstante, suelen ser más caras porque los tipos de interés son más altos, ya que en este caso es el banco el que asume los riesgos de que los tipos de interés suban.
Por su lado, la hipoteca variable funciona al revés que la fija, ya que en ella es el cliente el que asume las fluctuaciones del mercado. Si este indicador está a niveles bajos, la hipoteca será mucho más barata. En cuanto a la mixta, combina una tasa fija al principio del préstamo que más tarde pasa a ser variable.

7. Compara hipotecas antes de firmar
De esta forma, podrás encontrar las mejores condiciones o facilidades de pago de tu préstamo.

 

 

 

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